jueves, 3 de marzo de 2016

 UN SISTEMA HIDRAÚLICO QANAT CON EMBALSES 

Semanal CT apuesta por el patrimonio y se plantea la posibilidad de que el conjunto hidraúlico encontrado hace más de un mes cerca de Cartagena, cuya publicación se anunció en @arqueología_hidraúlica en twitter, sea de gran valor histórico y arqueológico. Hay que mencionar que en poco tiempo se han retomado otros proyectos arqueológicos de Cartagena, como son la concreción del proyecto de restauración del anfiteatro romano; el comienzo de la puesta en valor del foro romano descubierto hace años o el reconocimiento por parte de una universidad de Barcelona justo en este momento, de la importancia paleontológica ignorada de la Cueva Victoria y su estudio o proyectos similares. Es deseable que los elementos mencionados tengan el reconocimiento y tratamiento adecuados. Cuando se descubre o se identifica un nuevo elemento del patrimonio, como puede ser este caso, hay que otorgar al menos una protección y estudio básico para que en algún momento sea recuperado y expuesto, como parece que se está llevando a cabo, para el beneficio de la historia y en este caso también para el territorio. Hace una semana que se ha informado al ayuntamiento sobre su descubrimiento y sobre su probable datación de gran antigüedad, como un acueducto en superficie, puntualizando después que es de la tipología qanat. Según parece se le ha asignado como época de construcción el siglo XIX en un principio, por alguien del círculo de arqueólogos. Creo que quizá se haría un análisis diferente si el ambiente territorial, y por extensión el académico y profesional regional en este campo, fuera otro. Voy a exponer los puntos y argumentos por los que sigo pensando que este sistema descubierto es de origen antiguo. Vayan mis respetos al arduo trabajo que los arqueólogos hacen con los numerosos yacimientos que hay en la ciudad o que ya se han puesto en valor.


Los acueductos qanat (también llamados galería filtrante, galería subalvea, viaje de agua, karez o foggara y otras) son antiguos sistemas de captación de agua subterránea para el abastecimiento o para riego siendo construídas para tal fín galerías subterráneas en el borde de ramblas o ríos o en la pendiente o falda de grandes lomas, interceptando siempre un acuífero o su curso subterráneo, para transportar el agua hacia la superficie. Los canales son rectilíneos y horizontales con una cierta inclinación que permite el drenaje de agua para ser llevada a continuación hasta un depósito; una alberca de distribución o una conducción. El volumen de agua producida por los qanats depende del tipo y de la extensión del acuífero, así como de su velocidad de recarga. Cada canal estaba jalonado con pozos verticales cada 10 metros como mínimo que servian para eliminar el desescombro subterráneo en la obra, limpiar los canales de sedimentos acumulados y ventilar la circulación del agua.


Se han utilizado y construido desde hace más de 3000 años hasta mediados de siglo XX, aunque en zonas de gran tradición, como en Irán, de donde probablemente es originario, se siguen construyendo hoy día, en donde se encuentran 22.000 abastecimientos de este tipo, sobre todo para riego.  Las galerías persas llevaban a 30 o 40 kilómetros el agua subterránea, hundiéndose a veces más de cien metros, pero guardando siempre la pendiente necesaria para que la corriente fluyera por su propio peso. El mayor y más antiguo sirve agua todavía a la ciudad de Gonabad, con más de 40.000 habitantes. Con el auge de la Ruta de la Seda, el sistema de qanat se extendió por el Turquestán Oriental, llegando a China.

Bajo el Imperio romano se ejecutaron muchos proyectos a lo largo de su territorio, una vez que tomaron la técnica de este sistema de oriente medio, como Egipto y Siria, que es donde más se construyeron por ser esta la única solución al abastecimiento en un medio tan árido. La tecnología se difundió hacia el norte y el oeste de Europa. Existen restos de qanats romanos hasta Luxemburgo.

Parece ser que la expansión del Islam inició otra importante difusión, que lo extendió hacia el oeste a lo largo del Norte de África, Chipre, Sicilia y España, incluyendo las Islas Canarias. Del sur de España pasó a América Latina, en donde se han encontrado restos de qanats en México y en Perú y Chile.

Sin embargo no es nada descartable que esta tecnología se extendiera antes por algunas zonas del Mediterráneo durante la expansión fenicia, al ser el Líbano (lugar de los fenicios) un área cubierta previamente por el imperio persa, por lo que sería más que probable el apuntar a una fabricación cartaginesa (pueblo de origen fenicio) en algunos abastecimientos que servían a ciudades y regadíos del norte de Africa o incluso íbero-tartésicos en el sur de España, ya que estas civilizaciones tenían cierto grado urbano, industrial y comercial que requerían dotaciones localizadas importantes de agua y hay cierta abundancia de qanat por estas zonas que por simplificación (u otras razones) se han asignado a una procedencia externa y una época posterior, como a veces puede haber ocurrido en arqueología.


Consideración del acueducto como qanat

La parte indispensable de un qanat es la existencia de galerías lineales horizontales filtrantes del agua subterránea con ligera pendiente, sucediéndose una serie de pozos generalmente verticales que suelen ser cilindricos o casetas o cajas de diversas formas. La galería termina en depósitos, balsas o conducciones para riego o también para abastecimiento urbano. En este caso las conducciones y depósitos son cubiertos e impermeabilizados.


El sistema que se trata aquí se identifica muy probablemente dentro del grupo de los sistemas de qanat, que en el sureste se suele llamar galería de filtración o de drenaje, foggara o viaje de agua. La cabecera o zona de captación de la red a entre 3 y 5 km al noroeste de Cartagena se compone de tres líneas de galerías de captación subterránea y una línea más en la que no se sabe con certeza si su función era la captación, la conducción o las dos. Las cuatro líneas disponen de pozos verticales, de los que ya no se ven al exterior sus lumbreras o bocaminas por haber sido destruidos en las últimas décadas (ya que se demuestra su existencia hasta los años ochenta), y que se conocen gracias a la ortofotografía gramétrica que nos da a conocer la presencia de al menos 40 de estas bocaminas en épocas anteriores repartidas en las cuatro lineas.

Los circulos rojos sobre el mapa son bocaminas, lumbreras o spiraminae a lo largo de las galerías 
subterráneas de filtración a las que daban salida por arriba. Desembocaban de forma transversal 
en la conducción que circulaba al borde de la rambla. Al llegar el agua de la galería a la 
conducción se depositaban antes las arenas o sólidos que llevara en un depósito desarenador. 
También se observan bocaminas en el rectángulo rojo vertical con pequeñas flechas blancas. 
Estos eran de una conducción subterránea.

Pruebas e indicios de la antigüedad milenaria del qanat

En arqueología a veces es difícil asegurar un hecho. Normalmente se dan por válidas las hipótesis más probables y en este caso creo que este sistema hidraúlico no se ha construido en el siglo XIX,  sino alrededor de la época romana y posteriormente se han podido añadir otros elementos.


  • Tenemos la existencia del opus signinum en las paredes del specum (hueco del canal de conducción del acueducto) en forma parecida a un enlucido o pintura con trazas de cerámica que se hacen más gruesas al adentrarse en las sucesivas capas de la pared. El signinum es un recubrimiento de época romana formado por una mezcla impermeable de cal, arena y fragmentos de cerámica, una técnica que los romanos heredaron de los fenicios y que utilizaron para pavimentar calles y vías de comunicación, edificios termales, canalizaciones hidráulicas, y sobre todo para construir el pavimento de sus villas conservándose hasta nuestros días, gracias a su extrema resistencia. Ha servido para decidir en muchos casos la procedencia romana de suelos, paredes, piscinas, acueductos y otros elementos. Se usaba para sellar los canales de los acueductos y demás elementos de los sistemas hidraúlicos y era la capa que estaba en contacto directo con el agua. La segunda capa comprende en este qanat el mismo mortero que se hace algo más grueso y la tercera capa es un mortero o caementa mezclado con piedras planas, no se sabe si actuaba como impermeabilizante conteniendo también cerámica triturada en su mortero, o si el mortero era caementicium permeable. Su aspecto es el de opus incertum, que se define así: "Consiste en una disposición esmerada de piezas sobre el menaje del muro de los caementa (esto es, una mezcla de fragmentos de roca, grabas y guijarros mezclados con el mortero del cemento romano). Las piezas colocadas sobre la superficie, como piedras, son puestas de tal manera que su superficie visible fuera cuanto más plana mejor". Este aspecto superficial está presente en varios elementos más, además de las paredes del specus. Por ejemplo se encuentra en el exterior de las paredes de los canales en superficie fuera de la rambla, que serviría para evitar la contaminación del agua externa (si es que contiene la cerámica del signinum en su composición). También se encuentran en la superficie de piezas cónicas y troncocónicas voluminosas dispuestas sobre la longitud del canal, que se van a mostrar más adelante.

    Abajo, capas de material para el contacto con el agua. En la foto de abajo a la
    derecha restos de ladrillo moderno añadidos al muro

    Abajo se aprecia el opus incertum sobre la pared, aunque si el mortero
     contuviera cerámica machacada sería el impermeable opus signinum

  • En tres puntos de la rambla se aprecian grandes restos de gruesos muros dispuestos de forma transversal al cauce, lo que parece que se corresponde con presas no muy altas. Está por confirmar que estos restos no fueran puentes bajos para salvar el cauce, construidos en épocas indeterminadas más o menos recientes, aunque las presas a menudo cumplen con esta función añadida. En la presa de más arriba es difícil pensar que fuera un simple puente, debido a que en ortofotografía gramétrica de otros años aparecen dos líneas paralelas transversales al cauce que se corresponden con un par de muros que podrían formar parte de la misma presa, y de los cuales quedan restos en el cauce y un hueco claro en uno de los bordes o paredes de la rambla que indican la existencia de un antiguo muro que cortaba el cauce. Dicho hueco perteneciente a uno de los muros no mide más de metro y medio de ancho, lo cual por sí solo no es suficiente para ser un puente y la anchura entre ambos muros sobrepasa la anchura de una autovía, por lo que no es probable que esto fuera un puente. 

  • Arriba, imágenes de la posible presa de aguas arriba. Abajo, imágenes
     de una porción de posible presa aguas abajo.
  • En el tramo más largo de qanat encontrado hay una caseta sobre el canal y un albercón de distribución cercano, que puede estar asociado a la posible presa de más arriba, situándose la alberca en uno de sus dos extremos. La caseta está construida sobre la propia bóveda de caementicium, mientras que el interior de la caseta da acceso al specum. Si se hubiera construido la caseta en el mismo proyecto del qanat la construcción de la bóveda lineal del canal de abajo de la caseta no habría tenido sentido, porque la caseta dispone de una plataforma superpuesta al canal, la cual podía asumir las mismas propiedades que la boveda y entonces el acabado de ésta sería superfluo. La caseta entonces parece un elemento posterior. En cuanto al albercón situado en el extremo de la posible presa, la ortofotogrametría muestra que por un lado del albercón se derivaban algunos canales de riego para distribuirse en huertas a una cota inferior. Se trataba de un albercón de distribución y el paraje en el que se encuentra se llama "La Baña", lo que da a entender que la alberca se aprovechó en algún momento también como lugar de baño y que su situación parece vinculada a la toma de agua del embalse formado por la presa contigua. En el Generalife de Granada hay un albercón de distribución de época árabe con una estructura similar. Es posible que esta alberca de distribución para el riego de huertas fuese realizado en una época distinta a la del qanat, y/o que se aprovechara del sistema de qanat y embalses construidos antes, si es que es anterior a la alberca.



Documentación sobre el abastecimiento de aguas en el siglo XIX a la ciudad y su relación con el qanat descrito 
Fuente: “El abastecimiento de agua de Cartagena en el s. XIX y principios del XX”. Alejandro Egea y Mª Carmen Berrocal.

Ya en 1880, el suministro de agua a la ciudad, se convierte en uno de los principales problemas a los que tiene que hacer frente Cartagena. En esta década se crean varias compañías abastecedoras de agua. Entre ellas se encuentra la Santa Bárbara, cuyo manantial dista 14 Km. de Cartagena, en la carretera de Mazarrón (al oeste).
La compañía francesa Aguas de la Suerte se constituye, como la anterior, en 1880, y tiene su alumbramiento en Los Patojos (caserío situado a algo más de 2 km al noroeste).
En 1883 se crea la compañía Aguas Los Cartageneros y su nacimiento se encuentra en la diputación de Galifa (al oeste de Cartagena). Estas dos últimas compañías, Aguas de la Suerte y Los Cartageneros, son absorbidas por una compañía de Manchester (Inglaterra) fundada en 1889: The Carthagena Waters Work, que más tarde se denomina The Carthagena Mining and Water Co. Ltd. Esta compañía tiene su alumbramiento a 16 Km. de Cartagena, en la diputación de Perín (también al oeste), y más concretamente en el paraje conocido como Finca del Inglés. Enclave en la que se ubica su sede, un edificio modernista construido por los arquitectos Tomás Rico y Francisco de Paula Oliver Rolandi. Las galerías de alumbramiento se asocian en cuatro manantiales: El Charco, Los Barrantes, Los Barbastres y la Fuente Vieja, a los que se añade el de Los Cartageneros. Durante la gerencia de Otto Leverkus se construye un sistema de conducciones formadas por filtros, depósitos y canalizaciones cuya longitud supera los 7 Km. Las aguas, una vez captadas, son conducidas por tubería de hierro de 15 cm. de diámetro a 6 depósitos de los que aun se conservan el de la Torre de Nicolás Pérez, el de Canteras y el de los Molinos Marfagones (puntos todos ellos al oeste). Desde este último, parten las cañerías hasta el depósito situado en la cima del Monte Sacro o Cantarranas.

Conclusión

Como vemos, ninguna de estas ubicaciones coinciden, ni con las galerías de captación subalvea o de qanat, ni con las conduciones a la ciudad a través de acueductos de mampostería y cimentación de los descritos en la Rambla de Benipila a entre 3 y 5 km al noroeste de la ciudad. Sería extraño que la red de captación y conducción de este sistema hidraúlico en el artículo pasado se hubiera construido en el siglo XIX sin que quedara documentado su proyecto, propietario o compañía, ingeniero, coste, lugar, descripción y caudal que aportaba.

En cualquier caso un qanat es muy sólido, por lo que a veces funcionan desde hace miles de años y por lo tanto es más que posible que el sistema se hubiera utilizado en épocas posteriores de forma continua o interrumpida, admitiendo entonces la posibilidad de que se añadieran o eliminaran también elementos con los que se podría mostrar una datación errónea a primera vista.


Agradecimientos a Dª Mª Carmen Berrocal y Alejandro Egea


No hay comentarios:

Publicar un comentario