jueves, 31 de marzo de 2016

 APLICACIONES CURIOSAS DE LA ENERGÍA SOLAR 

La luz solar proporciona una energía limpia y gratuita que se puede utilizar para multitud de usos con tecnologías tan sencillas, que únicamente por el avance de los materiales actuales se podrían distinguir de ingenios arcaicos. Al igual que las soluciones industriales nos ofrecen sistemas de aprovechamiento para el calentamiento de agua con los extendidos colectores solares en sus diversas gamas de uso (agua caliente doméstica; calentamiento de piscinas; calentamiento de agua para duchas, etc), otras aplicaciones menos extendidas se pueden llevar a cabo si se construyen los montajes necesarios con materiales y medios que se encuentran alrededor o están disponibles en casi cualquier parte.

Desde encenderse un cigarrillo o hacer un fuego en un día soleado, a salvar la vida si se pierden en alta mar bebiendo agua destilada con energía solar, pasando por la posibilidad de cocinar fuera con el sol, como si se tratara de una barbacoa.

Encender una lumbre al sol es tan sencillo como disponer de unas gafas graduadas (mejor cuanto más grandes y gruesas) y situar la lente con más graduación perpendicular al sol, formándose la imagen concentrada del sol en el lado posterior a la lente y que habremos de buscar en su punto más pequeño, que es el más concentrado y caliente con el que se puede encender el cigarrillo. En diciembre puede hacerse esto, ¡con 3 dioptrías!

Desalacion y destilación solar

En una situación de supervivencia, la búsqueda de agua suele ser la necesidad más apremiante. Si carecemos de agua nuestras esperanzas de vida se cifran en torno a los dos días en el desierto y a algo más de una semana en climas frescos. En las zonas secas y desérticas encontrar un curso de agua puede ser complicado. Escarbar en los lechos secos de ramblas da a veces buenos resultados. Los cúmulos de vegetación en un determinado lugar son indicativos de la existencia de agua. En caso de que no encontremos una fuente de agua, aún podemos aprovechar la de la condensación que se produce incluso en los desiertos improvisando un destilador. Necesitaremos un plástico de 2 x 2 metros y un cubo u otro recipiente para recoger el agua. Con este sistema podemos obtener entre medio y 1 litro de agua destilada al día. Hay que cavar un hoyo en cuyo fondo colocaremos un recipiente que recibirá el agua de la condensación que se produce en las paredes del plástico con que cubrimos este hoyo. Una piedra por fuera, sobre el centro del plástico, le da al mismo una forma de cono invertido, por cuyas paredes interiores resbalan las gotas de agua hasta caer por su extremo inferior, donde esta la piedra, y depositarse en el recipiente. El destilador será más efectivo si introducimos plantas en el interior del hoyo.


 


Así mismo, en un entorno más urbano se pueden aprovechar aguas salinas o sucias con las que surtir a otro destilador improvisado, que nos proporciona un agua más adecuada para el consumo humano. La solución es simple: conseguir un plástico que cubre un cubo ancho o un barreño en donde colocaremos el agua no potable y en su interior otro recipiente lo más estrecho posible situado en el centro de su base, que recoge el destilado que resbala por la cara interior del plástico y se decanta con la ayuda del peso de la piedra situada sobre la cubierta de film plástico.

Ya Aristóteles en el siglo IV aC mencionó un método para evaporar agua del mar y producir agua potable. En 1872 se realizó un sistema de gran extensión, 4700 m2, para desalinizar con energía solar en el desierto de Atacama, en Chile, produciendo una media de 22000 litros al día que se usaron para proveer de agua a un campamento de mineros. El método más sencillo y quizá económico hoy día para desalinizar aprovechando la energía solar es el alambique solar. El alambique es un colector solar de destilación, que cuenta con una bandeja rectangular metálica negra en donde se sitúa el agua a destilar. Esta se coloca en el interior de un lecho plano también rectangular con paredes y una cubierta superior transparente, ya sea vidrio o plástico, que cierre el espacio interior y de esta forma deje pasar la luz solar para calentar el agua de la bandeja para su evaporación, sin que esté en contacto con el aire exterior más fresco, que en cambio sirve para convertir a la cubierta superior en un foco frío que atrapa por el lado interno el vapor y lo condensa. La cubierta se dispone en pendiente de manera que el vapor licuado en gotas resbale hacia abajo de la misma. En la parte inferior de esta pared interna de la cubierta se sitúa una acanaladura transversal a la pendiente de caída del agua, que es recogida en un envase exterior.




El residuo no destilado en la bandeja se desecha ya que estas instalaciones no suelen ser tan grandes como para suponer un mínimo riesgo derivado de posibles perjuicios a la flora y fauna marina o terrestre.

Los diseños y patentes varían y ya se dispone de incontables formas de destilación solar mediante alambiques y estas variaciones dependen de factores como la ubicación, disponibilidad de suelo, materiales, cantidades, usos, etc.


Modelo Aquadome para destilar agua de mar en naufragios
https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwij-oSeoOzLAhVDP5oKHR12CgAQFggqMAI&url=http%3A%2F%2Frenovablessinlimites.blogspot.com%2F2008%2F12%2Fsol-agua.html&usg=AFQjCNEkS7EUbGuLsV194Igqtudvszfbmw&sig2=9XIBsA7MJtIAvdnNFus7qQ


La cocina solar

La cocina solar es un artefacto que permite cocinar alimentos usando el sol como fuente de energía. Se encuentran de fabricación casera, artesanal o industrial, disponiéndose de un gran número de diseños en cada caso. Se dividen en dos familias:

El horno solar es una cocina solar de acumulación. Lo que hace es transformar la luz solar en calor útil, el cual es almacenado en un espacio interior aislado térmicamente de manera que se puedan alcanzar y mantener temperaturas apropiadas para cocinar. Existen muchos modelos de hornos solares pero en general todos tienen elementos comunes, como la propia caja de material aislante y las superficies reflectantes en sus paredes internas. Dispone de al menos una cubierta transparente arriba y a veces en su pared frontal, que dejan pasar la luz solar, también suele contener una placa o bandeja metálica negra en el interior de la caja, ocupando la mayor superficie en la base del espacio interior. Muchos modelos incluyen facetas desplegables de la caja que contienen superficies reflectantes y aumentan así la superficie colectora de luz solar reflejándola hacia el interior de la caja. Para cocinar con este artefacto hay que destapar la caja e introducir los alimentos en el recipiente (mejor de color negro) con su tapa incluida. Con estos sistemas se pueden alcanzar temperaturas de 150º C, que es con la que se suelen cocinar los alimentos. Incluso siendo la temperatura exterior de 1º C, dentro del horno se pueden alcanzar 87º C. Parece que no hacen falta temperaturas más altas para cocinar. Un horno cocina perfectamente a 90º C, según los usuarios de estas cocinas. Temperaturas más altas sólo sirven para cocinar más rápido o en más cantidad. Algunos prefieren cocinar con temperaturas más bajas, ya que pueden dejar su comida por la mañana e irse a trabajar. Una vez cocinados los alimentos, la comida se mantiene caliente y no se quema, aunque no se recomienda cocinar carnes dejándolas solas si existe la posibilidad de nubes. Por regla general, con una cocina solar de caja de un solo reflector la comida tomará más o menos el doble de tiempo que en un horno convencional.


https://www.google.es/urlsa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=&url=http%3A%2F%2Fsolarcooking.org%2Fespanol%2Feasylid-span.htm&bvm=bv.118443451,d.d24&psig=AFQjCNFjvE-GP-9DnAfzn_x4Yj4bOjZMMw&ust=1459557846566279




La cocina solar de concentración se basa en una concentración mayor que en el caso anterior. En este caso la luz solar se refleja sobre un punto mediante una extensión mayor de espejos, lo que también genera la necesidad de realizar un enfoque de la trayectoria solar más preciso y continuado en el tiempo que obliga a mover el cuerpo reflectante más veces durante su utilización (generalmente cada cuarto de hora), pero que hacen posible mayores temperaturas de uso y por tanto mayores posibilidades para cocinar, estando aquí el recipiente generalmente sin aislamiento. Aportan más potencia, alcanzando una mayor temperatura o preparando mayores cantidades. Es ideal para freir. 

jueves, 24 de marzo de 2016

 PEDRO DE COLÓN Y  " EL TORRENTE DEL NUEVO TEMPLO " 



Era el año de 1689 y una proverbial sequía castigaba la comarca de Cartagena. El cabildo de la catedral decide sacar el 13 de marzo de ese año en rogativa por la lluvia al Cristo del Socorro por las calles de la ciudad. Cuando la imagen pasaba por la plaza de San Ginés, apareció por allí el Duque de Veragua acercándose al trono con un niño en brazos. Era su hijo Manuel, de 22 meses, que estaba gravemente enfermo y con fiebre muy alta. El Duque se arrodilló humildemente ante el Cristo al tiempo que elevaba al niño hacia la imagen, en súplica por su hijo. Con asombro de todos el niño sanó.

El Duque de Veragua era Don Pedro de Colón de Portugal y de la Cueva, Capitán General de las Reales Galeras de España. El duque decidió dedicar una capilla al Cristo del Socorro en la Catedral de Santa María y fundó una cofradía pasional con caballeros nobles de la ciudad para sacar la imagen en procesión. Las constituciones fundacionales las aprobó Antonio Medina Chacón, Obispo de Cartagena, y se creó el patronazgo de la cofradía y de la capilla a los duques de Veragua y a sus herederos. Su nombre en aquel momento fue de Muy noble, Devota, Ilustrísima y Pontificia Cofradía de la Hermandad de Caballeros del Santísimo Cristo del Socorro de la Ciudad de Cartagena.

Cristo Moreno, ya desaparecido.
http://micartagenayyo.blogspot.com.es/

Los hermanos de la cofradía se encargarían entre todos de dirigirla y mantenerla, además de sufragar los gastos de la cofradía y el sostenimiento de la capilla que el duque había mandado construir en la catedral para albergar esa imagen, entronizada allí el 21 de enero de 1691, y precisamente unos días antes de que muriera y se enterrara bajo el altar mayor de la misma al infante Manuel, dos años después de que se curara y coincidiendo como se ve, con el fín de las obras de la capilla.

Constituciones fundacionales de la Cofradía de 1689
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En 1800 empiezan a surgir problemas de cobro para sacristanes y porteros. En 1809 los cobradores reales de Fernando VII requisan todos los utensilios de valor de la capilla con la excusa de preservarlas de los ataques de los franceses y para financiar a la resistencia española. El culto de la catedral se traslada por entonces a la Iglesia de Santa María de Gracia y la catedral se deteriora, llegando a caerse una parte del techo. Su utilidad quedó reservada a las visitas al Cristo del Socorro, ya que era la cofradía la única en mantener la Iglesia y por ello se pide al cabildo de la ciudad y al obispado que la restauren, aunque por ciertas disputas entre ambos no se realizó. El templo termina por arruinarse y la cofradía no pudo continuar, desapareciendo en 1821. 

Retablo desaparecido de la Capilla del
 Duque de Veragua dedicado al Cristo del
Socorro o Cristo Moreno
http://micartagenayyo.blogspot.com.es/

Tiempo después se empezaron largas obras en la catedral y la cofradía inició una segunda etapa en 1879. El mantenimiento esta vez se hizo principalmente con limosnas. Las obras de rehabilitación fueron acabadas por Victor Beltrí a principios de sel siglo XX. Durante la Guerra Civil se pierden la imagen fundacional del Cristo del Socorro y el retablo de la capilla de la Catedral. La cofradía se refunda otra vez con el nombre de Ilustrísima Cofradía del Santísimo y Real Cristo del Socorro en 1961. Cada año la cofradía saca un Via Crucis desde la austeridad y tradición recuperada.


Leyendas sobre el origen del Cristo Moreno

La figura del Cristo del Socorro o Cristo Moreno, como se le conocía popularmente, por la tez muy oscura, está rodeada de leyendas y no se sabe con certeza cuál fue su origen. Unos mencionan que apareció en la bodega de un barco abandonado. Fray Pedro de Córdoba decía que había sido esculpido por los ángeles. Pero la más singular es la que aparece en las propias constituciones originales de la cofradía, en que se cuenta que se lo vio bajar por las aguas de un río de la diócesis, encontrándose después flotando próximo a la costa.


El torrente que sale del nuevo templo

(Ezequiel 47) 1.   Llevóme luego otra vez a la entrada de la casa, y vi que debajo del umbral de la casa, al oriente, brotaban aguas, pues la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían debajo del lado derecho de la casa, del mediodía del altar. 2. Me llevó por el camino de la puerta septentrional y me hizo dar la vuelta por fuera, hasta el exterior de la puerta oriental, y vi que las aguas salían del lado derecho . 3. Al salir hacia oriente llevaba aquel varón en la mano un cordelillo, y midió mil codos, y me hizo atravesar las aguas; llegaban hasta los tobillos. 4. Midió otros mil y me hizo atravesar las aguas; llegaban hasta las rodillas. Midió otros mil y me hizo atravesar las aguas; llegaban hasta la cintura. 5. Midió otros mil, y era ya un río que me era imposible atravesar, porque las aguas habían crecido de manera que no se podía pasar más que a nado. 
6. Díjome: ¿Has visto, hijo de hombre?. Luego me hizo volver siguiendo la orilla del río. 7. Y entonces vi que de una a otra parte había en las riberas muchos árboles; y me dijo: Hijo de hombre, estas aguas van a la región oriental, bajan al Arabá, y desembocan en el mar [Mar Muerto], en aquellas aguas pútridas; y estas se sanearán.

Planta del Templo de Ezequiel.
Biblia Nacar Colunga.




La frase subrayada es el centro de un pasaje en donde se observa una importante reflexión teológica: las aguas salían del lado derecho del templo, algo que desde la teología cristiana se corresponde con el agua y la sangre que salen del costado derecho de Cristo en la cruz, después de ser traspasado por el centurión, aguas que igualmente servirían para renovarnos, y limpiar nuestros pecados. La visión de la metáfora se aprecia gráficamente en el grabado del Cristo de la Divina Misericordia dado en revelación a la polaca Santa Faustina Kowalska en 1931.

Aunque la leyenda del Cristo Moreno bajando por un río de la diócesis como el descrito en este pasaje bíblico hasta llegar al mar no tenga que tomarse por segura, nos abre a una nueva metáfora que se muestra llena de la misma significación teológica, especialmente cuando ésta es ajena a toda mención o intención entre los hermanos fundadores en aquel momento en el que plasmaron el testimonio de la bajada por el río, en las constituciones originales de la cofradía



Agradecimientos al Excmo. Ayto. de Cartagena y a la Cofradía del Socorro


jueves, 17 de marzo de 2016

 LAS DESTRUCCIONES DE CARTAGENA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS 


Cartagena es una ciudad muy antigua. No es de extrañar que haya pasado a lo largo de su historia por asedios, destrucciones y expolios que han borrado en muchos casos las huellas del pasado. Su posición marítima en un puerto natural, en un pasillo entre África y Europa, unido a la existencia de minas cercanas, atrajeron unas veces el interés de invasores para construir los pilares de su expansión y otras de enemigos que querían cercenar esta posición, aunque todos con motivos geoestratégicos.

Ya en tiempos de los íberos se debió transformar este asentamiento de nombres (Mastia, Testa, Contesta, etc) y orígenes imprecisos, cuando llegaron los cartagineses para establecer su capital en la península. A pesar de la corta estancia de este pueblo aquí, no llegó a treinta años, los romanos describen a su posterior llegada la importancia de las construcciones que encontraron en la ciudad, como las altas murallas y los templos sobre las colinas. Se llega a mencionar además que solo en las minas cercanas trabajaban unos 40.000 exclavos, y se habla sobre la diversidad de oficios que enumera el historiador romano Polibio en la ciudad, como pescadores, artesanos o comerciantes. Hay constancia de que los cartagineses quisieron resaltar su presencia aquí esmerándose con nuevas y fastuosas construcciones. No sabemos cuántas de estas construcciones y viviendas las realizaron los cartagineses o los íberos, pero es normal que ante la llegada de los primeros se destruyeran elementos primitivos, y que las condiciones de dominio sobre los nativos no fueran muy ventajosas, lo que parece que pudo influir en la población local ante la posterior llegada de los romanos y su posible colaboración con estos ante los cartagineses.

Cuando Anibal el cartaginés salió con su poderoso ejército de aliados, mercenarios y elefantes hacia el norte dispuesto a la conquista de Roma se cruza en el camino con aliados de los romanos. Su marcha fue imbatible, aunque pasó de largo en Roma y llegó hasta el sur de Italia, aprovechando los romanos para asestar un golpe inesperado en Cartago Nova, que era su principal punto de aprovisionamiento. Se apoderaron de la ciudad cuando estaba casi desguarnecida, al estar el ejército cartaginés combatiendo en Italia y otra parte en la región del Duero para negociar con los vetones (Salamanca y Zamora) además de en la defensa de Cartagena. En su aproximación tuvieron información de pescadores nativos sobre las particularidades de la laguna del Estero o Almarjal, sus canales y sus variaciones de nivel con las mareas, lo que fue decisivo en la toma de la ciudad. En un primer ataque los cartagineses consiguieron repeler a las tropas de Scipion y se confiaron con una pequeña victoria, pero después los romanos realizaron un ataque combinado por mar y por tierra, destruyendo y quemando algunos puntos, de lo que recientemente se han descubierto cenizas y signos de violencia en una casa púnica, aunque no debieron arrasar la ciudad de manera total. El general cartaginés Magón trató de recuperar la plaza desde el mar sin éxito.

Una vez saqueada la ciudad, el romano Scipion se mostró magnánimo para agradecérselo a los hispanos y cuando se entregan los rehenes y el botín de guerra, entre ellos se encuentra una bella dama que él devuelve a su prometido Alucio, que era un caudillo celtíbero, ganándose las simpatías de todo el mundo. Fue lo que se llamó la "Continencia de Scipion", reproducida en numerosos cuadros por pintores de diversas épocas.


La continencia de Escipión, Federico de Madrazo y Kuntz (Museo de la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando)

Pero no contento con esto organizó unos magníficos juegos en conmemoración y honor de su padre y tío muertos en las batallas contra los cartagineses. La liberación de rehenes nativos de tribus de toda la península fue una brillante operación de los romanos, que sin duda les ayudó en el proceso de conquista.

Por el siglo VI, ya después del dominio romano, sucede un episodio extraordinario. La diócesis o provincia Carthaginense era un herencia de Roma que, como las demás diócesis, pervivió en las sucesivas legislaciones hasta muchos siglos después de la caída de Roma. En ese momento conservaba la administración territorial, y estaba gobernada por el dux o duque Severiano, un noble de familia visigoda padre de cinco hijos de los que cuatro fueron santos (los Cuatro Santos) entre los que destacó por su fama San Isidoro, más tarde Arzobispo de Sevilla. Una quinta hija casó con el monarca godo Leovigildo, quienes tuvieron a dos hijos. Uno de ellos fue  San Hermenegildo y el otro fue el rey Recaredo. Con mediación de los hermanos santos, Leovigildo se convirtió del arrianismo al catolicismo, siendo el primer rey católico.

Sin embargo, en un momento impreciso de las vidas de estos hermanos, quizá jóvenes o niños, tuvieron que salir de la ciudad con su padre Severiano debido a que los bizantinos (Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla) reconquistaron a los godos la zona costera abarcada entre Baleares, Valencia y Huelva, fijando el emperador Justiniano la capital de esta provincia en la que se llamó Carthago Spartaria y quedando la Carthaginense partida en dos: la parte visigoda en el interior y la parte bizantina en la costa. en donde permanecieron menos de un siglo. Por el otro lado la corte de los godos fue trasladada de Tolosa a Toledo, desde donde ansiaban dominar y unificar toda la península. También el primado de la Iglesia de España y la mitra del obispo, fueron trasladados en aquellos tiempos lejanos desde Cartagena, donde estaba su sede, a Toledo, que aún conserva la mitra y sede primada de la Iglesia.

Los visigodos fueron recuperando poco a poco la provincia bizantina hasta que en el 620 el Rey Suintila desmanteló la ciudad brutalmente casi por completo. Esta fue la destrucción que más afectó a la vida de la ciudad en su historia, dejándola arruinada, que no abandonada, durante dos o tres siglos, hasta el punto que cuando los musulmanes invadieron España, el cronista árabe el-Idrissi que la visitó, descubre a la ciudad como en ruinas, pero con unos monumentos que todavía podían verse a simple vista. Tras la destrucción, el obispado visigodo primado de España no regresó a la ciudad.

En los siglos posteriores se sucedieron la reconquista cristiana combinada por mar y tierra; las incursiones moriscas desde Granada y desde el mar y el norte de África; o los ataques de piratas, además de expolios como el sucedido en el siglo XVI. En aquel momento Felipe II decide levantar una muralla que proteja la ciudad de los ataques moriscos, encargando el trabajo al Duque Vespasiano de Gonzaga. Este también realiza unos reconocimientos del terreno en una zona a la que luego se llamó de Antigüones, por aparecer allí restos de grandes construcciones antigüas y que el duque aprovechó para trasladarlas a sus posesiones del Lago di Como en el norte de Italia, quedándose la ciudad sin ellos y también España.

Corría ya la segunda parte del siglo XIX, las ideas federales y republicanas se extendían en Europa con las unificaciones de Alemania y de Italia. A ello hay que unir a nivel nacional diversas convulsiones muy profundas y desafortunadas para España a principios del siglo XIX correspondiendo con la vida de Fernando VII, que eliminaron la provincia de Cartagena del nuevo sistema territorial provincial acordado en 1833, ya tras su muerte. Esta era una de las seis provincias costeras (Oviedo, Santander, Cádiz, Málaga, Alicante y Cartagena) que se crearon en 1799, en época de Carlos IV, pero su hijo fue educado por mentores oscuros y sospechosos que le influenciaron para traicionar y conspirar contra el trono de su padre ya desde su pubertad, como ya fue evidenciado por el propio Carlos IV, sin importar en absoluto la vida del país en sus extensos territorios.

Todo ello desembocó en una concienciación por recuperar instituciones o autogobierno que la libraran del encuadre territorial regional impuesto y que le resultaba tan perjudicial en su economía y en general en todos los aspectos.

En esa época extienden las ideas republicanas y federales por el país, lo que deriva en la creación de la primera república. Esto animó a muchos a reivindicar el federalismo, principalmente para adaptarlo a nacionalismos regionales. Sin embargo fue en Cartagena donde surgió el movimiento autonomista que se materializó con el acantonamiento de la base naval y la ciudad. Los cantones pronto se extendieron por el sur, el este y el centro de España. No se sabe muy bien cual era el objetivo de estas proclamaciones locales. En el Cantón de Cartagena se llegó a emitir moneda propia y muchos participarían entusiasmados. Algunos aseguran que el cantón parecía ser una reivindicación de autonomía provincial, aunque los nombres de los cantones, como Cartagena, Alcoy (Alicante) o Béjar (Salamanca), por ejemplo, no parece que se correspondieran con una supuesta idea de lucha para que sus respectivas capitales provinciales consiguieran más poder o autonomía sobre ellas. Quizá la idea errónea se debe a una publicación llamada el Cantón Murciano, que quería englobar al Cantón de Cartagena en una supuesta lucha por la autonomía de la provincia de Murcia  Lo que sí es cierto es que durante el transcurso del Cantón de Cartagena hubo un cambio importante en el mando de la plaza, como fue la entrada en su dirección de Antoñete Gálvez, natural de una aldea de la huerta de Murcia y que se ocupó hasta el final del cantón.

El desarrollo de la guerra en la ciudad contiene detalles mencionables. Las tropas llamadas centralistas bombardeaban desde las afueras en los últimos meses. Parece ser que Gálvez sabía que los centralistas buscaban en sus blancos eliminarlos, bombardeando las sucesivas posiciones que los militares cantonales ocupaban dentro de la ciudad, en base a los informadores de que disponían los centralistas, disparando estos sus cañones para acabar con ellos. Tras seis meses de una guerra que provocó miles de muertos, el resultado sin embargo es evidente y sorprendente desde todos los puntos de vista:

-Por un lado la ciudad quedó al final con sólo 27 edificios en pie, casi arrasada.
-El recinto del arsenal militar de la ciudad construido en el siglo XVIII por Carlos III, que fue base militar del cantón, y se encuentra en plena ciudad quedó, en cambio, intacto.
-Antoñete Gálvez y sus esbirros, únicamente después de que Cartagena fuera arrasada por las bombas, depusieron la lucha y huyeron en un último momento en barco a Orán, Argelia.
-A pesar de las condenas a muerte, al cabo de un tiempo volvió a su residencia y no llegó a ser ajusticiado.
-Para terminar, y como dato complementario, tras la guerra se reconstruyó la ciudad con el impulso en el sector de una construcción que fue asignada en gran parte a un destacado noble español asociado de uno de los hermanos Rothschild en Marsella. También a partir de entonces se realiza la explotación intensiva de las minas de la sierra de Cartagena. Unos propietarios eran de Cartagena o La Unión, aunque no se sabe cual pudo ser el balance económico completo, sobre todo en el retorno de beneficios que tuvieran lugar a otras regiones y países emergentes de España y resto de Europa por las inversiones asignadas en la reconstrucción y en la nueva gran explotación minera.

Ya en el siglo XX, nuevamente la condición de plaza naval de Cartagena la expuso en la guerra civil a bombardeos y al resto de cosas propias de la guerra. Al principio los aviones llegaban para bombardear por la noche y más tarde también durante el día. Las bombas y la metralla causaron desperfectos en muchos edificios del casco antigüo. El Teatro Principal, por ejemplo, con el telón pintado por el célebre Wssell de Guimbarda, fue muy afectado y más tarde hubo que derribarlo. así mismo, y debido probablemente a la trepidación de las bombas, se hundió el techo de la catedral antigüa de Santa María. Se destrulló parte del interior de muchas iglesias. En la Basílica de la Caridad sin embargo, las prostitutas fueron las que defendieron la imagen de la Virgen de la Caridad.

La ciudad no sólo ha sufrido destrucciones bélicas, sino expolios que, quizá en otro momento se muestren aquí.





 Fuente principal: José Angel Angosto García-Vaso;


miércoles, 9 de marzo de 2016

  EL DESCUBRIMIENTO DE UN ACUEDUCTO SINGULAR EN CARTAGENA NO ES HUMO  


Un descubrimiento comporta la necesidad de haber descubierto algo que no se conociera anteriormente. Por ejemplo, al comprar un yogurt que se ha anunciado como novedad, lo abrimos y si no tiene nada es un fraude, por importante que sea la marca. Además, debe ser yogurt y a ser posible especial, como lo que se ha publicitado. En este caso que nos ocupa es el acueducto de Cartagena, que a diferencia del yogurt, suele ser más valioso cuanto más antiguo es. Aunque a veces la datación más segura es la que se realiza mediante la prueba de carbono-14, realizada con elementos orgánicos que se puedan contener y que no se hayan contaminado, por el momento hay que confiar en las pesquisas de los arqueólogos, entre ellos M. Carmen Berrocal, que lo están investigando y que son los que pueden aclarar la edad de este sistema hidraúlico. Su tipología es la de qanat (por tener su nacimiento en galerías subterráneas que drenan aguas bajo el suelo). La imagen que se suele asociar al acueducto es la de un puente con muchos arcos por el que discurre un canal, aunque en Roma el 80% de los trazados de acueducto son subterráneos; otra pequeña parte es en superficie y el resto está elevada sobre arcos o arquationes. Pero al fin y al cabo es un tramo con el mismo concepto de acueducto, como otros muchos que se han encontrado en superficie en Itálica (Sevilla), Córdoba, Baelo Claudia (Barbate) y en prácticamente todos los casos, ya que todos se proyectaron con tramos bajo tierra y en superficie y en algunos casos sobre arcos.

Su época de realización es casi con toda seguridad ibérica, fenicia, púnica, romana o bizantina, ya que existen materiales como el opus signninum, dentro y cubriendo las paredes del hueco del canal; o el opus incertum, otro acabado superficial que cubre el exterior de los muros de canales en superficie encontrados cerca de Cartagena y que se identifican ambos con los usados por los romanos.


Muestra detallada del opus signinum en las paredes del specum
Además el de Cartagena es (siglo más, siglo menos) especial por una serie de elementos que saltan a la vista. En particular en el tramo principal que se conserva, unos 200 metros de canal en superficie, hay unas protuberancias sobre el trazado de la conducción, por encima de los techados de cubrimiento del mismo. Existen como digo unas piezas voluminosas algo brillantes, por su cobertura superficial entre el opus incertum y el signinum, con forma cónica, ésta en concreto sobre el tramo indicado, de anchura aproximada en su base de más de unos 1,5 metros y de 1 metro de alta y unida a los bloques que tapan el canal por un tronco de caementicium que asemeja al conjunto de la figura con el de una seta. En la cúspide de la figura cónica formada sobresale una gran piedra alargada que se supone se adentra por el interior de la figura hacia abajo, seguramente hasta el specum. Su función debía estar relacionada sin duda con el funcionamiento del canal del acueducto, este podía ser para actuar desde el exterior como un mando de grifo giratorio (giro horizontal del cono) que graduara el paso del agua y su velocidad dentro del canal, función ya de sobra conocida en otros acueductos en superficie, pero mediante este mecanismo que se ha descrito y que probablemente era nuevo y desconocido hasta ahora en los acueductos de este tipo, o bien que se tratara (menos probable) de una simple tapa de acceso por la boca superior del canal, lo que es conocido como spiramina o lumbrera.



Sobre el acueducto, pero en otro tramo de unos 20 metros de largo situado aguas arriba, se sitúa una figura más grande partida en dos, de unos 2,5 metros de ancha en su base y unos 2 de alta, con forma original troncocónica y con un acabado superficial también entre incertum y signinum. Igualmente dispone en su parte superior de una piedra que parece penetrar al interior y hacia abajo de la misma. Este elemento sin embargo sería más complicado de atribuir al posible sistema de grifo mencionado anteriormente, debido a su gran volumen y peso. Por lo tanto es una incógnita que quizá los arqueólogos descifren en algún momento.

Opus incertum sobre la cobertura de la pieza troncocónica de 2,5 metros de ancha
En el tramo más largo, esta vez sin techo sobre el canal, se dispone de forma ladeada y volcada de su lugar original otra pieza de caementa y piedras formando un enorme cilindro hueco de uno 2 metros de alto por unos 2 de diámetro y con el hueco de aproximadamente medio metro de diámetro. Esta vez no hay un acabado esmerado en su cubierta superficial, pero en la rotura de la gran pieza troncocónica mencionada anteriormente se observa que en su interior persiste una forma interna cilíndrica que muy bien se puede identificar con esta otra.

Spiramina cilíndrica sobre una 
pared del specum del acueducto,
En la superficie se aprecia la superposición de guijarros planos sobre el caementa del muro (conjunto llamado opus incertum)
Ya en otro lugar más hacia arriba de la rambla aparece un depósito de caementicium sobre canal. su planta es de forma oval y daba seguramente entrada al agua de uno de los ramales de galerías subterráneas filtrantes que provenía de un lado de la rambla. Su función era la de alojar los sólidos y arenas que pudiera contener el aporte de agua entrante al canal, por lo que se llenaba de limos o arenas que periódicamente había que retirar.





jueves, 3 de marzo de 2016

 UN SISTEMA HIDRAÚLICO QANAT CON EMBALSES 

Semanal CT apuesta por el patrimonio y se plantea la posibilidad de que el conjunto hidraúlico encontrado hace más de un mes cerca de Cartagena, cuya publicación se anunció en @arqueología_hidraúlica en twitter, sea de gran valor histórico y arqueológico. Hay que mencionar que en poco tiempo se han retomado otros proyectos arqueológicos de Cartagena, como son la concreción del proyecto de restauración del anfiteatro romano; el comienzo de la puesta en valor del foro romano descubierto hace años o el reconocimiento por parte de una universidad de Barcelona justo en este momento, de la importancia paleontológica ignorada de la Cueva Victoria y su estudio o proyectos similares. Es deseable que los elementos mencionados tengan el reconocimiento y tratamiento adecuados. Cuando se descubre o se identifica un nuevo elemento del patrimonio, como puede ser este caso, hay que otorgar al menos una protección y estudio básico para que en algún momento sea recuperado y expuesto, como parece que se está llevando a cabo, para el beneficio de la historia y en este caso también para el territorio. Hace una semana que se ha informado al ayuntamiento sobre su descubrimiento y sobre su probable datación de gran antigüedad, como un acueducto en superficie, puntualizando después que es de la tipología qanat. Según parece se le ha asignado como época de construcción el siglo XIX en un principio, por alguien del círculo de arqueólogos. Creo que quizá se haría un análisis diferente si el ambiente territorial, y por extensión el académico y profesional regional en este campo, fuera otro. Voy a exponer los puntos y argumentos por los que sigo pensando que este sistema descubierto es de origen antiguo. Vayan mis respetos al arduo trabajo que los arqueólogos hacen con los numerosos yacimientos que hay en la ciudad o que ya se han puesto en valor.


Los acueductos qanat (también llamados galería filtrante, galería subalvea, viaje de agua, karez o foggara y otras) son antiguos sistemas de captación de agua subterránea para el abastecimiento o para riego siendo construídas para tal fín galerías subterráneas en el borde de ramblas o ríos o en la pendiente o falda de grandes lomas, interceptando siempre un acuífero o su curso subterráneo, para transportar el agua hacia la superficie. Los canales son rectilíneos y horizontales con una cierta inclinación que permite el drenaje de agua para ser llevada a continuación hasta un depósito; una alberca de distribución o una conducción. El volumen de agua producida por los qanats depende del tipo y de la extensión del acuífero, así como de su velocidad de recarga. Cada canal estaba jalonado con pozos verticales cada 10 metros como mínimo que servian para eliminar el desescombro subterráneo en la obra, limpiar los canales de sedimentos acumulados y ventilar la circulación del agua.


Se han utilizado y construido desde hace más de 3000 años hasta mediados de siglo XX, aunque en zonas de gran tradición, como en Irán, de donde probablemente es originario, se siguen construyendo hoy día, en donde se encuentran 22.000 abastecimientos de este tipo, sobre todo para riego.  Las galerías persas llevaban a 30 o 40 kilómetros el agua subterránea, hundiéndose a veces más de cien metros, pero guardando siempre la pendiente necesaria para que la corriente fluyera por su propio peso. El mayor y más antiguo sirve agua todavía a la ciudad de Gonabad, con más de 40.000 habitantes. Con el auge de la Ruta de la Seda, el sistema de qanat se extendió por el Turquestán Oriental, llegando a China.

Bajo el Imperio romano se ejecutaron muchos proyectos a lo largo de su territorio, una vez que tomaron la técnica de este sistema de oriente medio, como Egipto y Siria, que es donde más se construyeron por ser esta la única solución al abastecimiento en un medio tan árido. La tecnología se difundió hacia el norte y el oeste de Europa. Existen restos de qanats romanos hasta Luxemburgo.

Parece ser que la expansión del Islam inició otra importante difusión, que lo extendió hacia el oeste a lo largo del Norte de África, Chipre, Sicilia y España, incluyendo las Islas Canarias. Del sur de España pasó a América Latina, en donde se han encontrado restos de qanats en México y en Perú y Chile.

Sin embargo no es nada descartable que esta tecnología se extendiera antes por algunas zonas del Mediterráneo durante la expansión fenicia, al ser el Líbano (lugar de los fenicios) un área cubierta previamente por el imperio persa, por lo que sería más que probable el apuntar a una fabricación cartaginesa (pueblo de origen fenicio) en algunos abastecimientos que servían a ciudades y regadíos del norte de Africa o incluso íbero-tartésicos en el sur de España, ya que estas civilizaciones tenían cierto grado urbano, industrial y comercial que requerían dotaciones localizadas importantes de agua y hay cierta abundancia de qanat por estas zonas que por simplificación (u otras razones) se han asignado a una procedencia externa y una época posterior, como a veces puede haber ocurrido en arqueología.


Consideración del acueducto como qanat

La parte indispensable de un qanat es la existencia de galerías lineales horizontales filtrantes del agua subterránea con ligera pendiente, sucediéndose una serie de pozos generalmente verticales que suelen ser cilindricos o casetas o cajas de diversas formas. La galería termina en depósitos, balsas o conducciones para riego o también para abastecimiento urbano. En este caso las conducciones y depósitos son cubiertos e impermeabilizados.


El sistema que se trata aquí se identifica muy probablemente dentro del grupo de los sistemas de qanat, que en el sureste se suele llamar galería de filtración o de drenaje, foggara o viaje de agua. La cabecera o zona de captación de la red a entre 3 y 5 km al noroeste de Cartagena se compone de tres líneas de galerías de captación subterránea y una línea más en la que no se sabe con certeza si su función era la captación, la conducción o las dos. Las cuatro líneas disponen de pozos verticales, de los que ya no se ven al exterior sus lumbreras o bocaminas por haber sido destruidos en las últimas décadas (ya que se demuestra su existencia hasta los años ochenta), y que se conocen gracias a la ortofotografía gramétrica que nos da a conocer la presencia de al menos 40 de estas bocaminas en épocas anteriores repartidas en las cuatro lineas.

Los circulos rojos sobre el mapa son bocaminas, lumbreras o spiraminae a lo largo de las galerías 
subterráneas de filtración a las que daban salida por arriba. Desembocaban de forma transversal 
en la conducción que circulaba al borde de la rambla. Al llegar el agua de la galería a la 
conducción se depositaban antes las arenas o sólidos que llevara en un depósito desarenador. 
También se observan bocaminas en el rectángulo rojo vertical con pequeñas flechas blancas. 
Estos eran de una conducción subterránea.

Pruebas e indicios de la antigüedad milenaria del qanat

En arqueología a veces es difícil asegurar un hecho. Normalmente se dan por válidas las hipótesis más probables y en este caso creo que este sistema hidraúlico no se ha construido en el siglo XIX,  sino alrededor de la época romana y posteriormente se han podido añadir otros elementos.


  • Tenemos la existencia del opus signinum en las paredes del specum (hueco del canal de conducción del acueducto) en forma parecida a un enlucido o pintura con trazas de cerámica que se hacen más gruesas al adentrarse en las sucesivas capas de la pared. El signinum es un recubrimiento de época romana formado por una mezcla impermeable de cal, arena y fragmentos de cerámica, una técnica que los romanos heredaron de los fenicios y que utilizaron para pavimentar calles y vías de comunicación, edificios termales, canalizaciones hidráulicas, y sobre todo para construir el pavimento de sus villas conservándose hasta nuestros días, gracias a su extrema resistencia. Ha servido para decidir en muchos casos la procedencia romana de suelos, paredes, piscinas, acueductos y otros elementos. Se usaba para sellar los canales de los acueductos y demás elementos de los sistemas hidraúlicos y era la capa que estaba en contacto directo con el agua. La segunda capa comprende en este qanat el mismo mortero que se hace algo más grueso y la tercera capa es un mortero o caementa mezclado con piedras planas, no se sabe si actuaba como impermeabilizante conteniendo también cerámica triturada en su mortero, o si el mortero era caementicium permeable. Su aspecto es el de opus incertum, que se define así: "Consiste en una disposición esmerada de piezas sobre el menaje del muro de los caementa (esto es, una mezcla de fragmentos de roca, grabas y guijarros mezclados con el mortero del cemento romano). Las piezas colocadas sobre la superficie, como piedras, son puestas de tal manera que su superficie visible fuera cuanto más plana mejor". Este aspecto superficial está presente en varios elementos más, además de las paredes del specus. Por ejemplo se encuentra en el exterior de las paredes de los canales en superficie fuera de la rambla, que serviría para evitar la contaminación del agua externa (si es que contiene la cerámica del signinum en su composición). También se encuentran en la superficie de piezas cónicas y troncocónicas voluminosas dispuestas sobre la longitud del canal, que se van a mostrar más adelante.

    Abajo, capas de material para el contacto con el agua. En la foto de abajo a la
    derecha restos de ladrillo moderno añadidos al muro

    Abajo se aprecia el opus incertum sobre la pared, aunque si el mortero
     contuviera cerámica machacada sería el impermeable opus signinum

  • En tres puntos de la rambla se aprecian grandes restos de gruesos muros dispuestos de forma transversal al cauce, lo que parece que se corresponde con presas no muy altas. Está por confirmar que estos restos no fueran puentes bajos para salvar el cauce, construidos en épocas indeterminadas más o menos recientes, aunque las presas a menudo cumplen con esta función añadida. En la presa de más arriba es difícil pensar que fuera un simple puente, debido a que en ortofotografía gramétrica de otros años aparecen dos líneas paralelas transversales al cauce que se corresponden con un par de muros que podrían formar parte de la misma presa, y de los cuales quedan restos en el cauce y un hueco claro en uno de los bordes o paredes de la rambla que indican la existencia de un antiguo muro que cortaba el cauce. Dicho hueco perteneciente a uno de los muros no mide más de metro y medio de ancho, lo cual por sí solo no es suficiente para ser un puente y la anchura entre ambos muros sobrepasa la anchura de una autovía, por lo que no es probable que esto fuera un puente. 

  • Arriba, imágenes de la posible presa de aguas arriba. Abajo, imágenes
     de una porción de posible presa aguas abajo.
  • En el tramo más largo de qanat encontrado hay una caseta sobre el canal y un albercón de distribución cercano, que puede estar asociado a la posible presa de más arriba, situándose la alberca en uno de sus dos extremos. La caseta está construida sobre la propia bóveda de caementicium, mientras que el interior de la caseta da acceso al specum. Si se hubiera construido la caseta en el mismo proyecto del qanat la construcción de la bóveda lineal del canal de abajo de la caseta no habría tenido sentido, porque la caseta dispone de una plataforma superpuesta al canal, la cual podía asumir las mismas propiedades que la boveda y entonces el acabado de ésta sería superfluo. La caseta entonces parece un elemento posterior. En cuanto al albercón situado en el extremo de la posible presa, la ortofotogrametría muestra que por un lado del albercón se derivaban algunos canales de riego para distribuirse en huertas a una cota inferior. Se trataba de un albercón de distribución y el paraje en el que se encuentra se llama "La Baña", lo que da a entender que la alberca se aprovechó en algún momento también como lugar de baño y que su situación parece vinculada a la toma de agua del embalse formado por la presa contigua. En el Generalife de Granada hay un albercón de distribución de época árabe con una estructura similar. Es posible que esta alberca de distribución para el riego de huertas fuese realizado en una época distinta a la del qanat, y/o que se aprovechara del sistema de qanat y embalses construidos antes, si es que es anterior a la alberca.



Documentación sobre el abastecimiento de aguas en el siglo XIX a la ciudad y su relación con el qanat descrito 
Fuente: “El abastecimiento de agua de Cartagena en el s. XIX y principios del XX”. Alejandro Egea y Mª Carmen Berrocal.

Ya en 1880, el suministro de agua a la ciudad, se convierte en uno de los principales problemas a los que tiene que hacer frente Cartagena. En esta década se crean varias compañías abastecedoras de agua. Entre ellas se encuentra la Santa Bárbara, cuyo manantial dista 14 Km. de Cartagena, en la carretera de Mazarrón (al oeste).
La compañía francesa Aguas de la Suerte se constituye, como la anterior, en 1880, y tiene su alumbramiento en Los Patojos (caserío situado a algo más de 2 km al noroeste).
En 1883 se crea la compañía Aguas Los Cartageneros y su nacimiento se encuentra en la diputación de Galifa (al oeste de Cartagena). Estas dos últimas compañías, Aguas de la Suerte y Los Cartageneros, son absorbidas por una compañía de Manchester (Inglaterra) fundada en 1889: The Carthagena Waters Work, que más tarde se denomina The Carthagena Mining and Water Co. Ltd. Esta compañía tiene su alumbramiento a 16 Km. de Cartagena, en la diputación de Perín (también al oeste), y más concretamente en el paraje conocido como Finca del Inglés. Enclave en la que se ubica su sede, un edificio modernista construido por los arquitectos Tomás Rico y Francisco de Paula Oliver Rolandi. Las galerías de alumbramiento se asocian en cuatro manantiales: El Charco, Los Barrantes, Los Barbastres y la Fuente Vieja, a los que se añade el de Los Cartageneros. Durante la gerencia de Otto Leverkus se construye un sistema de conducciones formadas por filtros, depósitos y canalizaciones cuya longitud supera los 7 Km. Las aguas, una vez captadas, son conducidas por tubería de hierro de 15 cm. de diámetro a 6 depósitos de los que aun se conservan el de la Torre de Nicolás Pérez, el de Canteras y el de los Molinos Marfagones (puntos todos ellos al oeste). Desde este último, parten las cañerías hasta el depósito situado en la cima del Monte Sacro o Cantarranas.

Conclusión

Como vemos, ninguna de estas ubicaciones coinciden, ni con las galerías de captación subalvea o de qanat, ni con las conduciones a la ciudad a través de acueductos de mampostería y cimentación de los descritos en la Rambla de Benipila a entre 3 y 5 km al noroeste de la ciudad. Sería extraño que la red de captación y conducción de este sistema hidraúlico en el artículo pasado se hubiera construido en el siglo XIX sin que quedara documentado su proyecto, propietario o compañía, ingeniero, coste, lugar, descripción y caudal que aportaba.

En cualquier caso un qanat es muy sólido, por lo que a veces funcionan desde hace miles de años y por lo tanto es más que posible que el sistema se hubiera utilizado en épocas posteriores de forma continua o interrumpida, admitiendo entonces la posibilidad de que se añadieran o eliminaran también elementos con los que se podría mostrar una datación errónea a primera vista.


Agradecimientos a Dª Mª Carmen Berrocal y Alejandro Egea