miércoles, 9 de marzo de 2016

  EL DESCUBRIMIENTO DE UN ACUEDUCTO SINGULAR EN CARTAGENA NO ES HUMO  


Un descubrimiento comporta la necesidad de haber descubierto algo que no se conociera anteriormente. Por ejemplo, al comprar un yogurt que se ha anunciado como novedad, lo abrimos y si no tiene nada es un fraude, por importante que sea la marca. Además, debe ser yogurt y a ser posible especial, como lo que se ha publicitado. En este caso que nos ocupa es el acueducto de Cartagena, que a diferencia del yogurt, suele ser más valioso cuanto más antiguo es. Aunque a veces la datación más segura es la que se realiza mediante la prueba de carbono-14, realizada con elementos orgánicos que se puedan contener y que no se hayan contaminado, por el momento hay que confiar en las pesquisas de los arqueólogos, entre ellos M. Carmen Berrocal, que lo están investigando y que son los que pueden aclarar la edad de este sistema hidraúlico. Su tipología es la de qanat (por tener su nacimiento en galerías subterráneas que drenan aguas bajo el suelo). La imagen que se suele asociar al acueducto es la de un puente con muchos arcos por el que discurre un canal, aunque en Roma el 80% de los trazados de acueducto son subterráneos; otra pequeña parte es en superficie y el resto está elevada sobre arcos o arquationes. Pero al fin y al cabo es un tramo con el mismo concepto de acueducto, como otros muchos que se han encontrado en superficie en Itálica (Sevilla), Córdoba, Baelo Claudia (Barbate) y en prácticamente todos los casos, ya que todos se proyectaron con tramos bajo tierra y en superficie y en algunos casos sobre arcos.

Su época de realización es casi con toda seguridad ibérica, fenicia, púnica, romana o bizantina, ya que existen materiales como el opus signninum, dentro y cubriendo las paredes del hueco del canal; o el opus incertum, otro acabado superficial que cubre el exterior de los muros de canales en superficie encontrados cerca de Cartagena y que se identifican ambos con los usados por los romanos.


Muestra detallada del opus signinum en las paredes del specum
Además el de Cartagena es (siglo más, siglo menos) especial por una serie de elementos que saltan a la vista. En particular en el tramo principal que se conserva, unos 200 metros de canal en superficie, hay unas protuberancias sobre el trazado de la conducción, por encima de los techados de cubrimiento del mismo. Existen como digo unas piezas voluminosas algo brillantes, por su cobertura superficial entre el opus incertum y el signinum, con forma cónica, ésta en concreto sobre el tramo indicado, de anchura aproximada en su base de más de unos 1,5 metros y de 1 metro de alta y unida a los bloques que tapan el canal por un tronco de caementicium que asemeja al conjunto de la figura con el de una seta. En la cúspide de la figura cónica formada sobresale una gran piedra alargada que se supone se adentra por el interior de la figura hacia abajo, seguramente hasta el specum. Su función debía estar relacionada sin duda con el funcionamiento del canal del acueducto, este podía ser para actuar desde el exterior como un mando de grifo giratorio (giro horizontal del cono) que graduara el paso del agua y su velocidad dentro del canal, función ya de sobra conocida en otros acueductos en superficie, pero mediante este mecanismo que se ha descrito y que probablemente era nuevo y desconocido hasta ahora en los acueductos de este tipo, o bien que se tratara (menos probable) de una simple tapa de acceso por la boca superior del canal, lo que es conocido como spiramina o lumbrera.



Sobre el acueducto, pero en otro tramo de unos 20 metros de largo situado aguas arriba, se sitúa una figura más grande partida en dos, de unos 2,5 metros de ancha en su base y unos 2 de alta, con forma original troncocónica y con un acabado superficial también entre incertum y signinum. Igualmente dispone en su parte superior de una piedra que parece penetrar al interior y hacia abajo de la misma. Este elemento sin embargo sería más complicado de atribuir al posible sistema de grifo mencionado anteriormente, debido a su gran volumen y peso. Por lo tanto es una incógnita que quizá los arqueólogos descifren en algún momento.

Opus incertum sobre la cobertura de la pieza troncocónica de 2,5 metros de ancha
En el tramo más largo, esta vez sin techo sobre el canal, se dispone de forma ladeada y volcada de su lugar original otra pieza de caementa y piedras formando un enorme cilindro hueco de uno 2 metros de alto por unos 2 de diámetro y con el hueco de aproximadamente medio metro de diámetro. Esta vez no hay un acabado esmerado en su cubierta superficial, pero en la rotura de la gran pieza troncocónica mencionada anteriormente se observa que en su interior persiste una forma interna cilíndrica que muy bien se puede identificar con esta otra.

Spiramina cilíndrica sobre una 
pared del specum del acueducto,
En la superficie se aprecia la superposición de guijarros planos sobre el caementa del muro (conjunto llamado opus incertum)
Ya en otro lugar más hacia arriba de la rambla aparece un depósito de caementicium sobre canal. su planta es de forma oval y daba seguramente entrada al agua de uno de los ramales de galerías subterráneas filtrantes que provenía de un lado de la rambla. Su función era la de alojar los sólidos y arenas que pudiera contener el aporte de agua entrante al canal, por lo que se llenaba de limos o arenas que periódicamente había que retirar.





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