jueves, 14 de abril de 2016

LAS NUEVAS SOLUCIONES INTEGRALES PARA LA CONSERVACION DEL MAR MENOR 


1 - Solución a contaminación, inundaciones o escasez de agua para regadíos -

El Mar Menor es un espacio natural alterado en la actualidad, que recibe la afluencia de aguas de escorrentía del Campo de Cartagena que contienen nutrientes pero también sustancias derivadas de actividades urbanas, turísticas, industriales y sobre todo de la agricultura intensiva, afectando a las características físicoquímicas y ecológicas de la laguna. La situación ha repercutido en las últimas décadas, creando un ambiente marino que perjudica a especies de alto valor económico y ecológico, a la vez que propicia la aparición de medusas, que suponen además un gran inconveniente para el baño y el turismo de la zona.

Una idea aparecida últimamente trataría de construir unas balsas en las cercanías de poblaciones de la costa, como una medida de contención que evite inundaciones en estas poblaciones, en lugar de anteriores soluciones proyectadas, como los costosos estanques de tormentas de hormigón, que no solucionan nada al no abarcar una mínima parte de la escorrentía de las ramblas. Sin embargo, no parece que la solución de las balsas cercanas a la costa esté dirigida a contener todos o casi todos los efluentes de escorrentía, por lo que el problema de vertidos menores continuará afectando a la laguna, mientras no se aborde su desvío y embalse de forma integral. Al contrario, una planificación incompleta sería muy inutil para eliminar la escorrentía hacia al Mar Menor, a la vez que también perjudicaría ecosistemas, cultivos y accesos, y destrozaría paisajes costeros (entre la autovía y la costa) del suroeste del Mar Menor que aún no han sido protegidos por la comunidad autónoma.

Ejemplo de integración de una balsa en el paisaje







GRANDES BALSAS DE ACUMULACIÓN: POCOS INCONVENIENTES PARA GRANDES SOLUCIONES


Entre los posibles inconvenientes de estas grandes balsas, debido a su extensión está la ocupación de un suelo de alto valor agrícola, aunque desde una conveniencia general para el propio sector, los embalses aumentarían el agua disponible para el regadío en una cantidad nada despreciable. Otro problema añadido que podrían generar estos embalses sería la excesiva altura de los diques de tierra que la rodean, ya que esto podría arruinar la vista de algunos paisajes excepcionales del sur del Mar Menor, para lo que habría que excavar sus vasos todo lo posible para bajar también la altura de los diques de tierra y reservar estas infraestructuras a zonas lo más bajas posibles y en los paisajes de menor valor en donde el impacto sea mínimo. Las zonas bajas de menos valor mencionadas serían las cercanas a las ramblas del Albujón y la de Miranda, entre el Carmolí y Los Beatos. Las restantes ramblas más al sur de la laguna pueden desviarse hacia estas zonas con menor impacto visual, mediante un canal que atraviese todas las ramblas pequeñas que desembocan en el sur y este de la laguna.

La única solución a este problema, que parece ser el más grave que padece el Mar Menor, pasa entonces por desviar y acumular las aguas de las ramblas en grandes balsas de más de un kilómetro cuadrado y entre 5 y 10 metros de profundidad en un terreno lo más llano posible, lo que eliminaría la disminución de la salinidad de este mar y la aportación de sustancias indeseables para la calidad del agua de la laguna. 

Fuente de origen:  https://maps.google.es/
A pesar del aparente exceso de extensión de una nueva balsa en suelo agrícola,
su área ocupa lo mismo que algunas balsas juntas de la zona que serían ya
innecesarias, por lo que además se puede conseguir un cambio de suelos para
propietarios afectados por esta balsa gigante que evitaría casi todos los
arrastres al Mar Menor.





2 - Protección de paisajes del suroeste del Mar Menor y crecimiento urbano sostenible -


De esta forma se protegerían a la misma vez paisajes de la zona, ya que han surgido naves y balsas agrícolas que desvirtúan enormemente el valor de vistas excepcionales. Es necesario entonces que la ordenación del suelo proteja el valor paisajístico de las áreas costeras del suroeste del Mar Menor, de especial singularidad, en lugar de calificarlos como agrícolas, para evitar este tipo de aberraciones contra el paisaje.

¿Quien de las zonas próximas no ha contemplado los paisajes del suroeste del Mar Menor yendo a La Manga?. Esta franja costera se levanta gradualmente hacia las montañas de la Sierra minera de Cartagena y en el trayecto hacia La Manga, la autovía toma cierta altura desde la que se ve toda la marina suroeste y el sur del Mar Menor. Es un paisaje de campos bucólicos normalmente verdes, con algún monte de baja altura; algún molino; el Monasterio de San Ginés de la Jara o las islas de origen volcánico repartidas por el azul intenso del mar en días de sol. 

Fuente: Todomarmenor
















Afortunadamente hasta ahora, los pueblos de esta zona no se han visto afectados por la fiebre de la construcción que entró de lleno en la mitad norte del Mar Menor, merced a situaciones u ordenamientos del territorio que dejaron desatendidos a la mitad sur, lo que sí ha impedido el aumento del turismo y del crecimiento económico y urbano en el litoral cartagenero del Mar Menor, crecimiento que debería abordar con equilibrio y un mayor cuidado medioambiental y paisajístico de acuerdo a un crecimiento integrado y compatible con el ecosistema y con la especial singularidad de unos paisajes que aún hoy no están catalogados para su protección en la ordenación del territorio de la comunidad.


Fuente original: https://maps.google.es/
Las zonas en color turquesa tienen una pendiente más acusada, por lo que

 desde la autovíase aprecian paisajes de estas zonas y del Mar Menor 
que no se dan en el resto del contorno de la laguna

El crecimiento urbano debería limitarse a la extensión de las poblaciones costeras hacia el interior, de forma que no se ocupen más tramos de costa, y se respete así el paisaje en la marina, con especial cuidado en no dispersar innecesariamente las urbanizaciones, carreteras, vías de acceso; en eliminar casetas, naves, balsas elevadas y otras estructuras no adecuadas para el paisaje tradicional y natural, y en integrar esta mayor concentración urbana con un paisaje y una actividad agrícolas cuya principal función sea la hornamental. sin que esto prácticamente suponga una pérdida para la producción agrícola y abriendo una clara posibilidad de adecuar complementariamente el turismo costero a este ámbito 


3 - Piscinas marinas para eliminar algas y mantener la arena en playas-

Asimismo, desde los ochenta se observa en las playas de la mitad norte de la laguna, un incremento de la anchura de las playas, por la adición directa o indirecta (mediante construcción de espigones y puertos deportivos que transforman las corrientes y la geomorfología de las costas). El hecho contrasta en el sur de la laguna con una disminución de la arena y de la anchura de las playas en Los Urrutias, Los Nietos, Islas Menores y Mar de Cristal.

En cuanto a la calidad del agua, hay que destacar la proliferación de algas, causada por un diseño inadecuado en los espigones y las marinas deportivas, en donde sus diseños no tuvieron en cuenta la dirección predominante de las corrientes y oleajes y facilitaron recovecos de aguas casi estancadas tras los mismos.

En los últimos meses se han puesto de relieve estos y otros problemas acuciantes para la laguna y las poblaciones ribereñas del sur del Mar Menor, que han llevado las quejas a las autoridades sin que estas se pongan de acuerdo en una solución técnica comprensible, ya que se han empezado a retirar espigones. Esta solución es posible que disminuya algo el estancamiento y proliferación de algas y suciedad, pero por otro lado disminuirá la franja de arena en el sur del Mar Menor, por efecto de la mayor repercusión de oleaje y corrientes que arrastra la arena. Hay que señalar cómo en el norte de la laguna no se eliminan espigones para eliminar algas, sino que se han construido mas cantidad y más grandes, lo que aumenta la aportación natural de arena, pero tal vez para algunos se desvirtúa la imagen de las playas del Mar Menor, algo que en mi opinión debería estar en un equilibrio entre el número de espigones: ni muchos, para evitar una anchura excesiva y quizá impropia de la playa, ni su eliminación, para evitar la desaparición de arena y de la playa. Es posible que algunos piensen que, creando pasarelas de madera para adentrarse en el agua, se facilite el acceso al mar.  A pesar de la estampa típica que se recrea en el paisaje de la laguna, las pasarelas atraen algas por lo que no parece que su uso extendido sea demasiado compatible con el baño.

Como solución a la proliferación de algas y la pérdida de arena de algunas playas del sur del Mar Menor, se proponen las siguientes medidas básicas:
  • Cambio de espigones o rediseño en los ya existentes, para eliminar la formación de recovecos aislados frente al oleaje y las corrientes predominantes que inciden sobre estas playas aumentando la deposición natural de arena o evitando que las corrientes se sustraigan la añadida
  • Ampliación hasta la orilla de las marinas deportivas, lo que elimina los grandes recovecos de agua estancada entre los puertos deportivos y la orilla. A la misma vez las superficies ganadas al mar se pueden transformar fácilmente en piscinas marinas en el mismo lecho de arena, con incontables ventajas, como su integración con el paisaje de la playa; el baño sin olas en días ventosos o la ausencia de algas, suciedad y medusas, ya que el llenado del agua provendría de más adentro del mar y además su circulación se realizaría con la alimentación de placas solares fotovoltaicas, dotando a las piscinas de renovación proporcional a la intensidad de la intensidad solar. Las placas, situadas como techados discontinuos, además aportarían sombra en las zonas aledañas.

Fuente de origen: https://maps.google.es/
Playas de Punta Brava (Los Urrutias). Izquierda, las desigualdades de la linea
de arena a cada lado de los espigones muestran defectos de diseño en espigones
Derecha, espigones con diseño corregido muy probablemente causarían un
ensanchamiento de la franja de playa.














Fuente de origen: https://maps.google.es/
Playa y puerto deportivo de Los Urrutias. A la derecha, estancamiento,
proliferación de algas y suciedad por defectos de diseño del puerto deportivo.
A la izquierda, se elimina el recoveco de agua estancada, aprovechando su
espacio para formar piscinas marinas, además de crear o corregir los espigones.
La transformación se podría realizar para eliminar las algas y aumentar la
anchura de las playas.


Fuente de origen: https://maps.google.es/
En Los Nietos se da el mismo caso. Con la corrección del diseño de los
 espigones y del puerto deportivo se puede corregir también.



Fuente de origen: https://maps.google.es/
Caso de Islas Menores y Mar de Cristal. Obsérvese que se añade un
nuevo elemento en el lado de la playa en donde la franja de arena es
estrecha o no la hay, además de considerar en el diseño un equilibrio del
ángulo de cierre, que debe conservar la arena pero también evitar las 
algas.



Fuente de origen: 
http://data-4c21db65c81f6.s3.amazonaws.com/eltiempo/playas/new/images/ply2822_imgMU-435.jpg 
Puerto deportivo de Los Nietos, con el problema actual (arriba) y 
reformado (abajo). Básicamente el diseño consiste en ocupar las
partes más estancadas y adaptarse al flujo de corrientes y oleaje
predominantes para facilitar la deposición de arena de manera
uniforme por la longitud de la playa.


4 - Zona de gran valor turístico en un área protegida sin valor ambiental real -

Existe una zona entre Cabo de Palos y Playa Honda que sería un reclamo turístico excepcional, con la cercanía de tres zonas marinas muy distintas, como son el Mar Menor; las playas de arena de La Manga-Cabo de Palos y las playas y calas rocosas de la vertiente sur de Cabo de Palos. Se trata de una franja de unos 2 km por 200 metros de ancha, que no forma parte de ningún ecosistema; discurre en paralelo junto a la autovía, y carece de valor ecológico añadido. Su valor turístico potencial equivaldría al de otra media Manga, de la situada en el municipio de Cartagena.

Fuente original:  https://maps.google.es/ 
Espacio de las Salinas de Marchamalo, al sur del Mar Menor. A la izquierda, ordenamiento actual de la zona, con un ámbito de protección extendida, que está prolongada en exceso. 
A la derecha, la franja paralela a la autovia de gran interés turístico urbanizable y de nulo valor medioambiental añadido, muy útil además para situar equipaciones turísticas y deportivas, tan demandados para esta zona situada entre Cabo de Palos, La Manga y Playa Honda.




Esta irregularidad muestra una gestión medioambiental que deja de lado la consideración de los ecosistemas sensibles del Mar Menor, para adaptarlos a una planificación del territorio que parece tienen poco que ver con la protección medioambiental de la costa del Mar Menor, desde un análisis ecológico objetivo y uniforme en todos sus municipios, como sería deseable.


5 - Protección de la costa -

En la zona circundante hay una amalgama de ecosistemas sensibles y fluctuantes que se ve afectado –casi siempre para mal- por las consecuencias ambientales de actividades intensivas que deberían ser sometidas a un mayor control para una mejor adaptación al ecosistema, dado que a pesar de la fragilidad de su equilibrio ecológico y de las últimas décadas de continuas y graves afecciones a su calidad ambiental, el Mar Menor es aún hoy día digno de ser conservado.

En la laguna y su entorno encontramos áreas de gran valor medioambiental sujetas a las siguientes figuras de protección de diverso rango, tanto de ámbito internacional, como nacional y autonómico:

- LIC “Espacios abiertos e Islas del Mar Menor”
- ZEPA “Mar Menor”
- IBA: “Mar Menor”
- Humedal Ramsar

Sin embargo, incluso semejante profusión de figuras de protección, adolece en la mayor parte de los casos de una aplicación práctica que se traduzca en resultados positivos reales, que se debe básicamente, a las siguientes razones:
  • Ausencia de un enfoque integral que tenga en cuenta las relaciones existentes entre los diversos espacios, tomando en cualquier caso medidas aisladas en puntos determinados, sin atender a las causas de los problemas.
  • La falta o escasez de partidas presupuestarias de aplicación de los objetivos de conservación medioambiental determinados en la normativa.
  • La falta de voluntad política y la descoordinación entre las diversas administraciones implicadas.
  • El desacoplamiento entre las necesidades del sistema económico y las de la conservación o recuperación de los ecosistemas.
  • La falta o la deficiencia en los sistemas de control relativos al cumplimiento de la normativa en algunas zonas del litoral.
Ejemplo de estas contradicciones en cuanto a la aplicación de normativas lo tenemos en el municipio de Los Alcázares donde se hizo la vista gorda ante la proliferación de urbanizaciones en Los Narejos, en unas salinas que ni siquiera llegaron a contar con la protección medioambiental específica que evitara su anegación y desaparición. En cambio en las Salinas de Marchamalo, al sur del Mar Menor, en el municipio de Cartagena, se extendió una superficie de protección que multiplicaba por cuatro el área de las propias salinas, excediendo la superficie de protección y eliminando la edificabilidad de una amplia área que en su mayor parte se encuentra junto a la autovía de acceso a La Manga.


Ocupación del litoral

Si vemos la expansión urbanizadora del Mar Menor en un mapa, podemos comprobar cómo desde los ochenta del pasado siglo la mitad norte se ha ocupado prácticamente en toda su costa. Solo se han librado de la ocupación del suelo las salinas de San Pedro del Pinatar y parte de la franja del aeropuerto de San Javier. Y esperamos que se mantengan libres del ladrillo para la posteridad mediante las protecciones oportunas y se recuperen mediante nuevas zonas de protección los habitats naturales autóctonos.

En cambio en el municipio de Cartagena (que corresponde a la mitad sur de la laguna) sorprendentemente, en contraste con la otra parte, no se ha dado prácticamente aumento de ocupación de la costa, factor muy positivo para la preservación de áreas de gran valor medioambiental, que debería mantenerse y aumentar en ellos la protección integral de las características medioambientales junto a actividades complementarias de esparcimiento o recreo ecológicos sujetas, a la misma vez, al cuidado de éstas zonas especiales.




Fuentes:


MAR MENOR
https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=10&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwjk3uL0vYzMAhXrbZoKHT_AArcQFghNMAk&url=http%3A%2F%2Fwww.turismomarmenor.com%2Fmar-menor.html&usg=AFQjCNFojnhtA5dd1e5FGcrvTIUBYSo_8w

MASTER DE GESTIÓN FLUVIAL SOSTENIBLE Y GESTIÓN INTEGRADA DEL AGUA : Vertido cero al Mar Menor: análisis de soluciones ambientales y técnicas y su complementariedad

https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwj5h_qwiIzMAhVMJpoKHWSIBKgQFggcMAA&url=http%3A%2F%2Fwww.unizar.es%2Fmastergestionaguas%2Fdocu%2Fcompletos%2F6.pdf&usg=AFQjCNF2Bjig7nmz3x4JQl1cuUFGHIuLRw

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